Blog: lenguaje y escenarioSe abordará esta temática a partir de las siguientes sugerencias extendidas a los escritores invitados:
1. El blog como herramienta de difusión. La irrupción de las nuevas herramientas tecnológicas, hoy en día, permiten que tanto autores como lectores se manejen en otros escenarios, pues la literatura no ha escapado a ese proceso, de manera que en el blog ha irrumpido un espacio interactivo y dinámico (adonde la literario y otras artes) han admito la difusión de textos en línea (on-line), permitiendo que esos mismos textos tengan y recuperen respuestas inmediatas no sólo de los internautas (lectores que pinchan sitios Web), sino de los blogueros (lectores que postean bitácoras) a través de comentarios, opiniones, ideas, críticas y observaciones puntuales.
2. La evolución del lenguaje a partir de la computadora y la red. La computadora y la red han trasformado el lenguaje. Recursos informáticos como los hipervínculos, el caos del Chat y aquella combinación de palabras y emoticons, la inserción de la imagen, video y sonido junto al texto, que permite incrementar el modo de comunicación, son formas que alteran la producción, distribución y recepción lingüísticas. La autopublicación en el blog hace una obra literaria indefinidamente abierta y proponen el diseño de la publicación como contexto forzoso de la palabra. Los límites que imponen a los textos las condiciones de recepción del medio (textos cortos, cierta trivialidad inherente a la velocidad con que se revisan los textos, etc.)
3. La función crítica del blog. La facilidad del blog que permite la inserción de comentarios a los textos publicados consintiendo interactuar con los lectores. A su vez, el mismo blog facilita los comentarios críticos sobre las obras literarias, desatando una revolución en el sector de la crítica literaria. Este lado es el que más atrae o fascina a los escritores que simpatizan y elaboran un blog porque les permite hablar en voz alta cuando los medios de comunicación están saturados por la voz privilegiada de los políticos y economistas, e inclusive por la voz de los que padecen la pérdida de un ser querido a causa de una violación o asesinato.
4. El blog como espacio alrededor del cual se crean comunidades que empiezan a compartir un mundo referencial específico. Gracias a los enlaces referenciales, cada blog permite crear ventanas a través de las cuales el lector puede conocer en forma cotidiana la evolución de ciertas literaturas, que pueden ser orientadas por región, estilo, géneros, etc. Esto es acaso lo más fascinante de un blog porque crea hipertextos a gusto del que postea.
5. La visión crítica de las herramientas tecnológicas. El correo electrónico, los foros y grupos de trabajo, la interacción directa a través del Chat han generando nuevos espacios para la literatura. Asimismo, el creador, el escritor, se ve demandado al instante, debido a que es interrumpido cada tres minutos por una llamada, un correo electrónico, un mensaje instantáneo. Esta situación del acortamiento de las comunicaciones globales obliga a inventar sofisticadas maneras y modos de trabajar la literatura, y a su vez crea paradójicamente una resistencia natural en los autores a participar de la herramienta.
6. Expansión de la escritura como medio cotidiano de comunicación. En pocos años (acaso más de 20 años) la Internet ha conseguido que millones de personas hagan uso y abuso de la escritura como medio de comunicación y también como productores cotidianos de textos. Así, el spam literario, los virus críticos en forma de mensajes on-line, el underground poético, la literatura porno-rosa, el género epistolar, el humor corrosivo y, en suma, los libros digitales que odian el papel y aman el disco compacto emergen poderosamente por todas partes. Todos estos impulsos se combinaron y dispararon a la blogósfera, cientos de miles de páginas de diarios personales, literatura wanna be, novata, experimental, marginal, subterránea o sorprendente, en medio de la hojarasca.
7. Una observación personal. En el ámbito de las bitácoras no existe la mediocridad. Creo que ese parámetro está fuera de su instancia de observación, crítica o análisis inicial. Quien elabora y actualiza una bitácora sabe que lo que hace no es literatura ni periodismo ni otras artes en juego. De ahí que la mayoría de los “grandes escritores” no hace uso exclusivo de esta herramienta. El gran grupo de diletantes de las bitácoras son jóvenes, con algunas excepciones claro.
